Todo comenzó en la primavera de 1926, cuando cuatro carteros, que se encontraban en un banco del parque esperando el momento para incorporarse a su trabajo, hablaban sobre la Semana Santa, estos cuatro carteros eran Eduardo Cebreros Fernández, Francisco Ciano Solís, Francisco López Yepes y Serafín Claros. Una vez en los andenes de la estación, aguardando el correo procedente de Madrid, retomaron la conversación y Eduardo Cebreros realizó la propuesta de fundar una hermandad, argumentando que precisamente los carteros eran los más idóneos para llevar adelante semejante tarea, ya que constituían un colectivo muy numeroso.
Cebreros era asiduo participante en una renombrada tertulia que se celebraba en el Café Madrid, donde acudían importantes personajes relacionados con el mundillo artístico local, entre los contertulios se encontraba el afamado escultor Francisco Palma García, al que en poco tiempo fue contagiándole el entusiasmo de crear una cofradía. Estando todos de acuerdo en el proyecto, faltaba decidir qué advocación elegirían; ahí fue donde Paco Palma impuso su parecer. Después de hacer un repaso de las imágenes que por entonces procesionaban, comentó que en Málaga faltaba una Piedad y, tomando el lápiz sobre el velador del café, dibujo lo que en un futuro cercano sería la titular de la Hermandad.
El 11 de junio de 1926, fue erigida canónicamente la “Hermandad de María Santísima de la Piedad”, entrando a formar parte de la Agrupación de Cofradías de Málaga en 1928.
Mientras tanto, Francisco Palma García comienza a realizar el grupo escultórico que será titular de la Cofradía; para ello, y debido a lo voluminoso del conjunto, tuvo que trasladar el taller que tenía cercano a la iglesia de la Aurora María a su propio domicilio en la calle Cobertizo del Conde, para ello habilitó y cubrió el patio de su casa.
Ubicado el improvisado taller en su domicilio, Paco Palma empieza a modelar el Grupo Escultórico de la Piedad. Le sirvió de modelo para el Cristo un propio empleado suyo, Manuel Gil Aceituno, y para la Virgen su esposa, Purificación Burgos Fernández, que cuando se cansaba era sustituida por su hija Purificación.
Llegado el mes de marzo de 1929, sobre unas especies de andas construidas para tal fin, la Virgen de la Piedad, portada en su mayoría por carteros, abandona el taller de Paco Palma en calle Cobertizo del Conde; su destino va a ser el Museo Provincial de Bellas Artes, sito en calle Compañía, donde es expuesta por iniciativa del director del museo, don Rafael Murillo Carrera, en el salón de honor “Muñoz Degrain”, cuya apertura de exposición fue presidida por el Obispo de la Diócesis.
Transcurridos unos días, es ya definitivamente trasladada a la iglesia de La Merced, donde el 17 de marzo, tras una solemne función religiosa con misa cantada, con manifiesto y sermón a cargo del señor doctor don Mariano del R. González, la Bendición de su Sagrada Titular por el Excmo. y Rvdmo. don Manuel González García, Obispo de Málaga. Teniendo lugar la primera estación penitencial, el Viernes Santo 29 de abril de 1929, desde la Iglesia de la Merced.